septiembre 10, 2015

AFIRMACIONES POSITIVAS: EL LIBRETO DE TU VIDA


La primera vez que oí acerca del poder del pensamiento positivo fue a fines de los años noventa, cuando la parafernalia milenarista llevó a mucha gente a interesarse masivamente por temas metafísicos y espirituales que por décadas habían sido reducto exclusivo de unos pocos excéntricos o "delirantes". 

Criada en un entorno de férrea disciplina y principios religiosos estrictos, yo era en ese tiempo una joven mujer que a menudo se sentía víctima de las circunstancias, y percibía al mundo exterior como un ente hostil, siempre dispuesto a "atacarme" de una u otra forma. "Otra vez me atropelló la realidad", solía escribir en mis diarios íntimos de esa época, como si "la realidad" fuese un enemigo incontrolable que estaba siempre ahí, acechando para hacerme una zancadilla en el momento menos pensado y traer a pique mi precario sentimiento de valoración personal.

Entonces, de una forma totalmente fortuita, un día llegó a mis manos el libro -hoy best seller- de Louise Hay titulado "Usted puede sanar su vida". Si no conoces a Louise, te cuento que es una escritora, conferencista y consejera espiritual norteamericana que desde hace más de cuarenta años investiga y enseña sobre la relación entre los problemas de salud y las pautas mentales negativas. Es considerada una pionera en el campo de la autoayuda y la sanación holística, y me escucharás mencionarla a menudo porque a lo largo de los años se transformó en una auténtica maestra que ha marcado -sin exageración alguna- un antes y un después en mi percepción del mundo y de la vida... 

El poder está dentro de ti

La filosofía propuesta por Louise es simple: "somos responsables en un ciento por ciento de todo lo que nos sucede en la vida, lo mejor y lo peor. Las cosas que pensamos y las palabras que decimos crean nuestras experiencias. Nosotros creamos las situaciones, y después renunciamos a nuestro poder, culpando a otra persona de nuestra frustración. Nadie, ni ningún lugar ni cosa, tiene poder alguno sobre nosotros, porque en nuestra mente los únicos que pensamos somos «nosotros», los que creamos nuestras experiencias, nuestra realidad y todo lo que hay en ella. Cuando creamos paz, armonía y equilibrio en nuestra mente, los encontramos en nuestra vida".

Entonces, ¿yo misma, con mi forma de pensar, estaba creando ese entorno antagónico e intoxicante que percibía a diario? Confieso que al principio me resistí bastante a la idea; y es que aceptarla implicaba un grado de RESPONSABILIDAD sobre la realidad ("mi" realidad) que desde mi habitual postura de víctima resultaba abrumador. Sin embargo, empecé a prestar atención a los pensamientos que rumiaba a diario; y poco a poco, fui descubriendo que Louise tenía razón, que mi cabeza estaba poblada de ideas negativas sobre quién era y cómo debía vivir mi vida. Y más por curiosidad que por verdadera convicción, fui tratando de desentrañar la madeja hasta descubrir de dónde provenían aquellas creencias absurdas y limitantes que hasta ese momento habían modelado mi conducta...

Hasta ahí todo fue terreno relativamente llano; pero entonces me enfrenté al verdadero desafío: plantarle cara a "la realidad", romper con los patrones autodestructivos que me mantenían presa del miedo, y atreverme a cambiar. Y entre las variadas herramientas que Louise sugiere para trabajar sobre las pautas mentales negativas, la más simple y al mismo tiempo la más difícil de implementar en la vida cotidiana son las afirmaciones positivas.

Tus pensamientos crean tu vida

¿Sabes cuántos pensamientos tenemos al día? Estudios científicos revelan que son ¡más de 70.000! Cada uno de ellos es un enunciado, que puede tener contenido positivo o negativo; sin embargo, si los observamos con atención, probablemente descubriremos que la cantidad de enunciados negativos supera notoriamente a la de pensamientos positivos. Ejemplos característicos de esta forma de pensar son: "Qué mala cara tengo hoy, ¿me estará por dar la gripe?"; "No soporto más este trabajo, me enferma"; "¿Por qué mi pareja es tan insensible y no se da cuenta de lo que siento?"; "Odio este auto, siempre se rompe cuando más lo necesito"...

Lo que Louise destaca es que haciendo énfasis en lo negativo, sólo continuamos creando más de aquello que decimos que no queremos. Si de veras estamos dispuestas a cambiar, debemos comenzar por hacer más enunciados positivos que expresen cómo queremos que sea nuestra vida.  Pero esto no es algo que se pueda lograr en forma aleatoria o por impulso, sino que es menester adquirir cierta disciplina de trabajo y aprender algunas pautas básicas, que son como los "códigos de programación" de nuestro subconsciente. ¿Has intentado alguna vez insertar un código HTML en la plantilla de tu blog? Si lo hiciste, sabrás que a veces equivocarse u omitir un signo o palabra clave puede implicar que nada funcione correctamente... Bueno, con la programación mental ocurre algo parecido: hay que respetar ciertas reglas para empezar a ver los resultados.

Cómo enunciar tus afirmaciones positivas
  • Nunca empieces una afirmación con la palabra NO.- Es insuficiente decir "No quiero tal cosa" o "No me gusta tal otra"; de hecho, cuando hacemos eso, el subconsciente descarta la negación y se focaliza en la pauta propiamente dicha, con lo que sólo atraemos más de lo mismo. Si por ejemplo decimos "No quiero estar enferma", el subconsciente ignora el "no" y sólo escucha "enfermedad", lo cual probablemente derive en que te sientas cada vez más enferma... Si en cambio reemplazas ese pensamiento por el de "Me siento saludable y llena de energía", estás enviando a tu cuerpo un mensaje positivo, que activará inmediatamente los procesos internos de sanación e inmunización y generará ese estado de salud y vitalidad que tanto deseas.
  • Formula tus enunciados en tiempo PRESENTE.- Tu subconsciente es un empleado muy obediente y servicial, pero también muy literal: si haces declaraciones referentes al futuro (de tipo "seré" o "tendré" o incluso "quiero ser" o "desearía tener") lo que deseas se quedará justo allí: en el futuro, fuera de tu alcance. No alcanza con que suspires: "Quisiera un trabajo mejor"; funciona cuando te dices a ti misma, con absoluta convicción: "Tengo un trabajo que me satisface y donde todas mis habilidades son reconocidas y bien remuneradas".
  • Se específica.- No hagas enunciados vagos, del tipo "Quiero ser feliz"; antes bien, define con precisión lo que deseas y decláralo de una forma clara y asertiva: "Me dedico en cuerpo y alma a la pintura y eso me hace sentir plena y realizada como artista y como mujer". Louise pone un ejemplo muy gráfico al respecto: cuando vas a un restaurante a almorzar, no le dices al mozo que te traiga "lo que él quiera" o "lo que esté sabroso", ¿verdad? En vez de eso, pides un plato determinado, y probablemente especifiques además si lo quieres sin sal o con tal o cual aliño... Con la cocina cósmica es lo mismo: para recibir lo que deseas, primero tienes que asegurarte de hacer el pedido en la forma más clara y concreta posible.
  • Repite, repite, repite.- Al principio, seguro te sientes farsante o hasta ridícula afirmando, por ejemplo, que "trabajas rodeada de gente amorosa y solidaria que te aprecia y colabora contigo", si en la realidad tu entorno laboral se muestra crítico, hostil o insensible a tus necesidades. Pero lo importante es no desistir hasta conseguir que el pensamiento positivo se internalice lo suficiente como para generar un sentimiento acorde, que a su vez generará la "realidad" que pretendemos. Cuando plantas una semilla en tu jardín, no esperas que al otro día brote una planta de metro y medio de altura, ¿verdad? En cambio, la riegas y cuidas con amor, esperando pacientemente que a su tiempo se desarrolle y brinde frutos. Con las afirmaciones positivas pasa exactamente lo mismo: necesitas perseverar, hasta que en algún punto empezarás a ver que las personas de tu entorno cambian su actitud, o simplemente desaparecen de tu vida y son reemplazadas por otras más amables y cooperativas... Repite tus afirmaciones varias veces al día, escríbelas en un papel y ponlas en el espejo del baño, en la puerta de la heladera o en una esquina del monitor de tu computadora; incluso puedes ponerles música y canturrearlas a lo largo de la jornada, como si fueran un mantra.
  • No te obsesiones con el método ni con los resultados.- Volvamos al ejemplo del restaurante. Después de ordenar el menú, ¿persigues al mozo hasta la cocina para asegurarte de que haya entregado bien la orden, o te paras junto al cocinero a fin de que prepare el plato elegido exactamente en la forma en que te gusta? Claro que no; lo que haces es relajarte y esperar confiada, porque SABES que en un plazo razonable el pedido llegará a tu mesa tal como lo solicitaste. Ahora, piensa en tu subconsciente como el cocinero que prepara el menú de tus afirmaciones; no lo sabotees cuestionándolo a cada instante o adoptando una actitud escéptica, y tampoco pretendas indicarle cómo hacer las cosas. Entrégale tu pedido y confía, de los "cómo" ya se encargará él.
  • Prepárate para recibir.-  Una de las razones más comunes por las que las personas desisten de las afirmaciones, es porque se desalientan al no ver resultados efectivos en el corto plazo. Ahora bien, si este es tu caso, sería bueno que te preguntaras: ¿realmente siento que merezco lo que estoy pidiendo? Muchas veces la gente elabora sus afirmaciones desde el intelecto, pero en su interior no se siente auténticamente merecedora de alcanzar sus objetivos, por lo tanto empieza una sistemática tarea de autosabotaje que hace que nunca alcance aquello que la mente deseó. Las raíces de este sentimiento de infravalía pueden ser tan profundas que exceden notoriamente la temática de este post (ya las trataré en alguna oportunidad futura); por ahora, si al enunciar tus afirmaciones detectas alguna resistencia emocional interior -hablo de esas vocecitas insidiosas que susurran  "¿Quién te crees que eres para lograr esto o aquello?"-, sería bueno que agregaras al comienzo del enunciado: "Porque valgo y me lo merezco... (...el dinero me llega de de fuentes esperadas e inesperadas", por ejemplo). Repítelo hasta que el rechazo vaya cediendo paso a la convicción, ¡y entonces empezarás a crear, literalmente, tu nueva realidad!
¿Estás dispuesta a cambiar tu forma de pensar? Si es así, te propongo caminar juntas esta parte del sendero... Y si deseas conocer más sobre la filosofía de Louise Hay, te invito a ver la siguiente película:






14 comentarios:

  1. Hola Kassandra. Estoy pensando.. que La Ley de Atracción esta Revelando y Orquestando todo lo que Necesito que Ocurra para ver mis Deseos Manifestados. !!! Gracias me encanto tu artículo. Muchas Bendiciones.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es una hermosa y perfecta afirmación, Blanca... Bendiciones para ti también!!!
      K.

      Eliminar
  2. ¡Hola K! aquí vuelvo a la carga, pero tranquila que esta vez estamos bastante de acuerdo ;) Yo antes te hubiera dicho que todo esto es una tonteria, pero antes de emigrar tuve una etapa mala en la que me ayudó hacer unos ejercicios que te relato: consistía en hacer una lista de todas las cosas que había hecho durante el día aunque fueran muy pequeñas y luego recitarlas añadiendo por delante: Soy grande por que hoy he hecho..., Soy especial por que hoy he conseguido ..., al principio pensaba que era una tontería, pero con las semanas noté cómo estaba recuperando la confianza en mi misma, mis habilidades y a valorarme más en todos los aspectos ^_^ ¡un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me encantó tu ejercicio, Esti!!! Y ten por seguro que ya mismo lo agrego a mi "caja de herramientas motivacionales"... ¿ves cómo en el intercambio nos enriquecemos siempre, sea desde la concordancia o desde la discrepancia? Y si es cierto que al principio podemos sentirnos un poco tontas, con el correr del tiempo llegamos a apreciar sus resultados. Gracias por tu testimonio, un abrazo gigante!
      K.

      Eliminar
  3. ¡Que lindo artículo Kassandra! Me dejó pensando un montón sobre cosas y pensamientos que tengo y tenés razón al 100%: Todo está en nuestra mente y para lograr nuestros objetivos tenemos que dejar el NO de lado y enfocarnos en el SI. Espero que andes bien. Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que el secreto es estar atentas a lo que pensamos, no con un espíritu crítico ni para sentirnos culpables sino para ir incorporando como un hábito el dejar ir los pensamientos negativos y reemplazarlos por frases positivas y alegres... Es una buena forma de mantenernos saludables en mente, cuerpo y espíritu. Besos!
      K.

      Eliminar
  4. ¡Hola, Kassandra! Durante una época de nuestras vidas tuvimos necesidad de apoyarnos en una conocida psicóloga española a través de sus publicaciones. Y con ella aprendimos, entre otras muchas cosas, que somos responsables al cien por cien de nuestras vidas y a frenar los pensamientos negativos a la orden de "¡parada de pensamiento!", cuando éstos amenazaban con inundarlo todo. Sin embargo, no hemos dejado ir en otras cuestiones, así que no sabes lo bien que nos ha venido leerte hoy para recordar que la fuerza está dentro de nosotras.

    Un beso enorme de las dos

    J&Y

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Esa clase de "parada mental" siempre funciona, me consta! A mí me enseñaron a visualizar un sello de "Cancelado" para colocar sobre cualquier pensamiento o imagen negativa... Son formas excelentes de aprender a programar nuestro subconsciente para que se deshaga de las ideas tóxicas, antes que éstas nos dañen de forma duradera. Gracias por estar siempre y por el aporte, abrazos y besos para ambas!
      K.

      Eliminar
  5. Cuando me mencionaste la metáfora del código HTML, me pareció tan acertada y clara...sin embargo omití decírtelo. Ahora le leo y creo que no podrías encontrar una mejor imagen. Todavía recuerdo la impresión perdurable que me causó descubrir cómo el lenguaje de programación "creaba" imágenes virtuales. Es una forma clara de ejemplificar el poder del lenguaje en nuestra vida. Por lo visto, vas encontrando tu estilo narrativo. Espero te sientas orgullosa por eso. Besos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Viniendo de usted, profe, voy a tener que creérmelo... aunque, ¿cómo fue que dijiste aquella vez? ¿"no vale porque sos amiga"? En fin, creo que poco a poco voy sintiéndome más cómoda en este formato y por ahí se empieza a notar; y en verdad me entusiasma que cada vez más amigas se animen a contar sus experiencias y hacer propuestas... Endogámico o no, parece que este mundo blogger todavía tiene un lugarcito para esta hechicera divagante! ;)
      Besos,
      K.

      Eliminar
    2. Ah, y gracias por inspirar indirectamente esta entrada! Estuve tentada de empezar diciendo algo como "en realidad tenía planificado otro post para hoy" pero me sonó como que lo había oído antes en algún otro lugar...

      Eliminar
  6. Fantástico post Kass!!! He rememorado cada frase de la doctora Hay en tus palabras tan acertadas y asertivas.
    Es bien cierto que el pensamiento guía nuestras vidas y que tendemos a darles protagonismo a los pensamientos negativos, tendré que hacerme un sello de esos que mencionas para que no entren más en esta cabecita.
    Tengo mucho que trabajar y me pongo manos a la obra ya mismo.
    Estoy muy de acuerdo con Paula, este nuevo camino narrativo te va a la perfección y por ende, a nosotras las que te leemos, graciaaaassss!!!
    Un besote grandeeee,

    Menchu

    ResponderEliminar
  7. Ahhh me falta ver la peli, no sabía que existía, esta misma tarde la veré, gracias de nuevo, corazón!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mi querida Menchu, ya sabes que para mí es un placer y un orgullo tenerte por aquí!!! Soy consciente de que muchos de los temas que trato en este espacio son bien sabidos y practicados por ti, no en vano te ves y te sientes tan espléndida, optimista y positiva. Y soy yo quien debe agradecerte por la compañía y el aliento permanentes, sin importar en qué clase de loca aventura me embarque... Te envío un abrazo gigantesco!!!
      K.

      Eliminar